Imagine un mundo en el que tuviéramos que compartir nuestra copa con otros en público, como en la oficina, el teatro. Este fue exactamente el pensamiento de un hombre llamado Lawrence Luellen, un abogado e inventor de Boston. A principios del siglo XX, las personas que bebían agua de una fuente, barril o pozo, se pasaban una taza de metal, madera o cerámica. Luellen, uno de ellos, estaba preocupado por los riesgos para la salud resultantes del uso de una taza común por parte de todos.
En 1907, inventó un vaso de papel y lo patentó (US 1032557 A) en 1908. Lo llamó "HEALTH KUP", que se parecía más a una bolsa de papel que podía usarse y desecharse después de su uso, pero luego cambió el nombre a "DIXIE CUP" después de cinco años. En 1918, cuando llegó la gripe española, muchas personas murieron y todos temían a los gérmenes, este fue el momento en que se usaron los vasos desechables.